Unos 1500 voluntarios nos distribuimos en 4 barrios marginales de Buenos Aires para construirles una vivienda digna a 150 familias. La ONG que organizó todo se llama "Un techo para mi país" y existe en distintos países latinoamericanos, entre tantos Chile, México y Guatemala. La experiencia fue increible. El viernes después del trabajo me dirigí al centro de exposiciones detras de la facultad de medicina de la UBA. 1500 voluntarios - la mayoría de Argentina, otros tantos que llegaron solo para la construcción desde Chile, Peru, Costa Rica y muchos paises más.

Lo que me gustó mucho es el hecho que son voluntarios latinoamericanos. He sido voluntaria en diferentes organizaciones en Guatemala y nunca conocí un voluntario nacional. Bueno la idea de la ONG es comprometer la juventud latinoamericana ya que ella es el futuro de este continente, donde hay muchisima gente que vive como en el tercer mundo y otros que viven como en el primer mundo - y solo con la nueva generación un cambio será posible.

Queremos denunciar la realidad de los asentamientos en que viven millones de personas en Latinoamérica e involucrar a la sociedad en su conjunto, logrando que se comprometan y unan con la tarea de construir un continente más solidario y sin la injusticia de la pobreza.


Aparte se intenta desarmar el prejuicio de que la gente de las villas o barrios marginales son todos unos delincuentes y "que están allí por que no quieren trabajar" (frase que escuché más de una vez en Latinoamerica). Es todo al reves como la familia que nos tocó a mi y mi grupo: Es gente humilde, extremadamente luchadora y con un gran corazón.

Pues si, el viernes a la noche salimos San Martin, donde nos ibamos a quedar los dos días en una escuela. Nos divideron en cuadrillas, cada una con 10 voluntarios. Tenía dos “jefes de cuadrilla” que eran Sofi y Mauricio. El barrio que nos tocó se llama "13 de Julio". Dormimos solo 3 horas en el suelo de la escuela (con bastante frio!!!) - pero cuando salimos a la mañana siguiente teníamos todas las pilas puestas! Fuimos caminando con nuestras herramientas al barrio y conocimos a “nuestra familia”: Juana, su esposo Juan y los niños Jimena (16), Wanda (2) y Juan David (1 año y 4 meses). Su "casa" tenía suelo de tierra, paredes de chapa, algunos pedazos de madero y cartón. Al lado de la casa hubo espacio - justo los 6x3 metros que iba a ocupar la nueva casa!

El primer día estuvo bastante pesado: Tuvimos que trabajar el terreno en donde iba a estar la casa, pues tenía bastante desnivel y tuvimos que emparejarlo. Después nos tocó hacer 16 huecos – que era un trabajo bastante duro ya que la tierra era dura y tenía piedras grandes. En estos huecos pusimos los 16 pilotes. Siempre tuvimos que chequear si los pilotes tenían la misma altura...y si no tuvimos que sacar el pilote y quitar o/ echar más tierra. Despues serramos la madera y pusimos el suelo de la casa.

El segundo día (despues de dormir otra vez re poco) levantamos las paredes, clavamos y serramos un montón...el techo...la puerta...y terminamos a las 5 de la tarde. La casa estaba lista...bueno casi - Lo unico que faltó eran las ventanas (que no nos habían entregado). Pero Juan y Juana y toda la familia estaban re felices. No dejaban de agradecernos...los dos días nos habían hecho sentir parte de su familia - almorzamos juntos (Juana es una cocinera excelente) y todas las voluntarias nos enamoramos del más chiquito: de Juan David!!! - desde que abrimos la puerta el primer día bailaba reggeaton SIN PARAR !!!! Era tannn divertido!!!! Por supuesto lo grabé en video...

Prometo subir el video de Juanito luego....para que estén pendientes!!! (no se lo pierdan jaja) JUAN ES LO MASSSSSSS!